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Wolkswagen Argentina
Criterio
general
Este proyecto en Pacheco, Prov. de Buenos
Aires, combina la situación de un volumen de oficinas pnncipal, cerca del
acceso por la Av. Henry Ford y por otro lado lado destina un patio intemo
a las funciones de sistemas de computación, comedor para administrativos
y servicios.
El edificio administrativo principal se ha resuelto en dos plantas, como
un núcleo central que oficia como show-room, espacio jerarquizador y
conector de circulaciones internas. El edificio fue diseñado con un máximo
de vistas exteriores y luz natural. La búsqueda de la máxima
flexibilidad en el área administrativa Ilevó a condensar los servicios
fijos, como sanitarios, escaleras, ascensores, en dos grupos de locales
adosados al show-room.
Dimensiones
básicas
Superficie construida : 12.000 m2
Superficie cubierta: 10.000m2
Memoria
descriptiva
Las ciudades siguen cambiando
y promoviendo nuevas estrategias en las formas de vida, de relación, de
trabajo y de desplazamiento.
Uno de los aspectos más relevantes de las transformaciones de Buenos
Aires ha sido su relación con los suburbios, con la proliferación de
countries, barrios cerrados, accesos rápidos y el resurgimiento
industrial.
Una serie de cambios sociales, económicos y tecnológicos han permitido
reformulaciones en la fisonomía de los edificios de las grandes empresas.
Los accesos rápidos, el valor de los terrenos y el gran cambio producido
en las comunicaciones y la informatización, han contribuido al
establecimiento de aquellas en la periferia.
El auge informático ha cambiado notablemente las relaciones y las
distancias, entre las empresas y la ciudad y entre las distintas áreas de
una misma organización. Sin embargo, la importancia del valor de la
imagen que toda compañía debe tener, sigue siendo un factor determinante
en la configuración de sus edificios.
Las características arquitectónicas han variado ya que las torres del
centro han dado lugar a complejos suburbanos que suelen alojarse en
espacios abiertos o parques. Estos nuevos emplazamientos gozan ya del
mismo prestigio que hace unos años sólo conseguía la mayor proximidad
con el centro de las grandes ciudades.
Uno de los desarrollos más importantes de los últimos años en este
sentido ha sido la construcción del centro de producción automotor de
Volkswagen, realizado por la firma Aslan y Ezcurra arquitectos. En una
primera etapa, han realizado el acondicionamiento de los sectores
productivos y de logística Para la planta de fabricación se utilizó el
antiguo edificio donde se fabricaban los camiones Ford, a la que se le
tuvo que agregar el comedor para operarios y la estructuración del
almacen de autopartes.
En una segunda etapa se agregaron los edificios que se presentan en este
articulo, destinados al sector de oficinas. Las nuevas condiciones en las
comunicaciones permiten despegar estos sectores de las áreas de producción,
lo que posibilita un tratamiento arquitectónico diferente de como se
realizaba tradicionalmente.
El nuevo conjunto
El nuevo grupo de oficinas está formado por tres edificios principales y
el pequeño pabellón para el control de acceso. El bloque principal es el
de administración, detr6s del cual se ubican los comedores y el sector de
sistemas.
Este conjunto está emplazado en el sector de parque ubicado sobre la
avenida Henry Ford, y una de las premisas del proyecto que destacan los
autores es la de mantener el carácter de parque sin renunciar a una
arquitectura eficiente, ya que fueron rigurosamente cumplidas las normas
de seguridad y calidad exigidas por la firma alemana.
El pabellón de guardia y control de acceso anuncia la importancia del
centro de producción, ya que un juego de columnas y vigas de hormigón a
la vista, muros de piedra, aleros en voladizo y amplios paños
acristalados permiten vislumbrar la variedad de elementos usados en los demás
edificios.
Uno de los principales problemas en la implantación de la obra fue, para
los autores, la necesidad de alojar una gran cantidad de automóviles, lo
que suele conspirar contra la calidad del paisaje. La decisión de hacer
pequeños estacionamientos separados, sumada a los movimientos de terreno
y la conservación de los árboles del parque, resuelven
satisfactoriamente el problema original.
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El edificio administrativo
Desde el pabellón de acceso se divisa el cuerpo principal del edificio
administrativo, un bloque largo con un cuerpo central, el show-room, que
se destaca como el acceso principal. Este espacio de doble altura es, a su
vez, hall de entrada y núcleo de circulaciones y está resuelto como una
caja acristalada enmarcada exteriormente por generosos pilares de hormigón
visto que sostienen el sobretecho de persianas móviles de aluminio.
En el interior, las oficinas de la planta superior asoman por un gran balcón
al que se accede por la escalera caracol, principal foco del ambiente. A
ambos laterales se encuentran los dos núcleos de servicios, únicos
ambientes cerrados y rígidos del edificio. El resto es una planta libre,
con perímetro recortado y crujías adecuadas para facilitar la iluminación
natural en las oficinas.
El lenguaje utilizado en este sector es el de superficies lisas, que
muestra sólo la modulación de los paneles, basado en el legado del
racionalismo moderno, con ventanas horizontales corridas.
Comedor y edificio de sistemas
Detrás de las oficinas aparecen las dos construcciones en las que se
alojan los comedores y las oficinas de sistemas.
El primero es un grupo de volúmenes de características diferentes, de
acuerdo a la función que alojan. Los espacios principales son los
destinados a comedor, dividido en sector jerárquico y el del resto de
empleados. La característica extrovertida del comedor aprovecha las
bondades del paisaje del parque, aspecto muy apropiado para esa función.
Grandes paños vidriados y movimientos en el terreno permiten el goce de
la vegetación que ha sido conservada en esta obra.
El cuerpo en el que se aloja la gran cocina contrasta con el comedor, ya
que es un volumen ciego con bandas horizontales de piedra. Estos dos
espacios principales están unidos por un prisma acristalado que pone de
manifiesto el interesante contraste de materiales y permite el acceso
tanto desde el patio central del conjunto como desde el estacionamiento.
El edificio de sistemas contrasta con la rotundidad y la pureza de las
oficinas y con la diversidad volumétrica de los comedores, ya que el
mayor
protagonismo lo tienen los profundos voladizos de hormigón que rodean
las bandas horizontales de vidrio y hormigón. Si bien mantiene la
simpleza de los materiales y la planta libre, la forma exterior tiene un
carácter diferente, con un corte más wrightiano qué los ejemplos
anteriores.
El paseo por el parque
El contenedor de todos estos edificios es el parque preexistente, que
ayuda a dar unidad al conjunto. De esta manera, los espacios verdes y una
serie de operaciones arquitectónicas permiten que un grupo de edificios
de formas y composiciones muy diferentes tengan como resultado final una
imagen unitaria, dinámica y agradable.
La primera decisión en este sentido es la de conservar las especies arbóreas
y disponer movimientos del terreno que acompañen a los espacios
interiores.
El estacionamiento, dividido en sectores pequeños y dispersos en el
parque, es otra de las actuaciones más acertadas en la implantación de
esta obra, pero la imagen más fuerte que refuerza la unidad es la que se
logra a través de un rígido sistema ortogonal de galerías que recorren el
espacio entre los edificios y entre estos y los estacionamientos.
El techo de vidrio genera un juego de luces y sombras muy atractivo y los
pilares de hormigón a intervalos regulares otorgan un ritmo constante, lo
que da como resultado un sistema unitario en el que se pueden ubicar
arquitecturas distintas sin perder coherencia.
Uno de los méritos más importantes de este proyecto es que la eficiencia
de la arquitectura está combinada con excelente calidad constructiva y
con una riqueza que hace de los lugares de trabaje espacios atractivos,
distantes de esas plantas libres anodinas que supieron dominar las
oficinas modernas.
De esta forma, Aslan y Ezcurra continúa su larga trayectoria en la
arquitectura industrial y de oficinas, con ejemplos come las sedes de
Hoechst, Novartis, Gillette, Scania, Bayer, en los que estamparon su
sello, no como repeticiones de fórmulas exitosas, sino como un método de
proyecto y de trabajo.
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